TANIA DÍAZ MICHEL ELÍAS
Psicoanálisis y Psicoterapia


La voz del inconsciente es sutil, pero no descansa hasta ser oída
Sigmund Freud
¿Cómo funciona el psicoanálisis en la actualidad?

En nuestra cultura actual, se ha vuelto fácil pensar que deberíamos poder resolver todo nosotros mismos. Esto hace que muchas veces nos sintamos más frustrados, solos y a la deriva. Otras veces recurrimos a libros de autoayuda o psico-gurús que ofrecen soluciones rápidas. Lamentablemente, la mayoría de estos "arreglos" permiten cambios cognitivos de corta duración, y rara vez resultan en cambios profundos y duraderos. La mayor parte de nuestro sufrimiento proviene de nuestras relaciones más tempranas y significativas; y se necesitan al menos dos mentes y corazones para procesar nuestra experiencia emocional y con ello cambiar. Como plasmo Freud en una carta a C.J. Jung: "el psicoanálisis es en esencia, una cura a través del amor”.
Muchos se preguntan el porqué del diván, el mueble que permite que el analizando se recueste. Tradicionalmente el analista permanece sentado detrás del diván. El objetivo de esto es que el paciente o analizando pueda relajarse y pueda asociar libremente, es decir hablar sobre lo que se le viene a la mente sin tener la presión de ser observado y con ello evitar las inhibiciones por sentir vergüenza de ser vistos. Si hay un acuerdo en que el psicoanálisis es una buena opción para usted, entonces se puede experimentar para descubrir si la forma tradicional de recostarse en el diván es óptima o si sentarse cara a cara es más productivo.
El psicoanálisis ofrece la oportunidad de profundizar y con ello se busca obtener un alivio duradero de los síntomas incapacitantes que han deteriorado la calidad de vida, así como para un amplio desarrollo personal. Tradicionalmente, el psicoanálisis se ha realizado con una frecuencia de varias sesiones semanales (3-5 sesiones por semana); no obstante en la actualidad, el ajetreo de la vida, en ocasiones no permite que se lleve a cabo de esta manera por lo que, considero, es importante llegar a un acuerdo entre analista y analizando (coloquialmente llamado paciente) para poder sentirse cómodos y ofrecer las mejores alternativas para el analizando. El tratamiento requiere un compromiso serio por parte de ambos, analizando y analista. El tratamiento tiene un final abierto en términos de duración: el final se determina mutuamente a lo largo del tiempo, y luego dedicamos algún tiempo a procesar la decisión. Este período puede ser un período de trabajo muy productivo, ya que revisamos nuestra comprensión de lo que hemos logrado juntos.
¿Qué metas se espera conseguir?
Dentro de los objetivos se encuentran: la capacidad de mantener un sentido de la autoestima y bienestar que sea estable y realista; crear relaciones más satisfactorias; capacidad para identificar y tolerar una gama más amplia de emociones; descubrir un uso más creativo y eficaz de las capacidades de cada uno; tener relaciones personales más satisfactorias; y, en general, comprenderse a sí mismo y a los demás de formas más complejas y maduras emocionalmente. En conjunto, estas capacidades permiten sentirse más cómodo consigo mismo y mejor preparado para afrontar los desafíos actuales de la vida con mayor libertad y flexibilidad.
Este nivel de crecimiento y transformación personal se logra mejor a través del minucioso proceso de autorreflexión y autodescubrimiento, en el contexto de la seguridad, intimidad, honestidad y autenticidad de la relación analítica. El camino hacia la curación y la recuperación profundas rara vez es sencillo o sencillo. Pero en compañía de un analista de confianza, lo que antes era insoportable e impensable, y había que ignorarlo para seguir funcionando, se vuelve soportable y pensable.
¿Qué es la terapia psicoanalítica?
La psicoterapia psicoanalítica se basa en los mismos conocimientos que los que son la base del psicoanálisis: cómo funcionamos los humanos; cómo manifestamos nuestro sufrimiento; y los tipos de sentimientos, pensamientos y relaciones que mejoran nuestras dificultades. Dado que normalmente se programa con sesiones una o dos veces por semana, puede ser menos intenso que el análisis tradicional, por lo que puede llevar más tiempo experimentar el efecto completo. Pero esta no es una afirmación rotunda, muchas veces depende de cada persona el avance de su caso específico, qué tan dispuesto se encuentra a adentrarse en su problemática, su capacidad de introspección y nivel de compromiso son algunos de los factores que ayudan a que ello sea más efectivo y rápido. Al igual que el análisis convencional, se necesita un compromiso profundo de ambas partes para lograr sus objetivos, independientemente de la frecuencia. De cualquier manera, el viaje incluye inevitablemente enfrentar algunos aspectos dolorosos de su vida y de sus respuestas a ella, a fin de poder sentirse más libres, auténticos y capaces de disfrutar.
ACERCA DE MÍ

Licenciatura en Psicología por la Universidad Iberoamericana
Maestría en Psicoanálisis por el Instituto de Estudios de Posgrado de Psicoanálisis y Psicoterapia (IEPPP) regulado por la Sociedad Psicoanalítica de México
Especialidad en Terapia Psicoanalítica por el IEPPP
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